Los abuelos Ángela y Julián, una pareja de agricultores de Valdilecha, decidió en 1969 abrir una casa de comidas en el pueblo. Vieron, desde ése momento, el camino que los llevaría a encontrar su pasión y su mayor aventura como emprendedores.
Desde el primer día, las máximas en su trabajo fueron el cuidado del producto y del cliente, y disfrutar con ello, les hizo engancharse del todo al mundo de la hostelería. En 1976 trasladaron el restaurante, ya como asador, a su actual emplazamiento, un lugar que conserva muchos recuerdos de la época, pero que también se reinventa día a día.
El encanto personal de las hermanas Juani y Angelita y sus maridos Celes y Miguel, marcó la segunda generación que con mucho esfuerzo y dedicación nos hizo ganar el plato de oro, en dos ocasiones, la medalla al mérito profesional o el gran collar de la gastronomía española , dándonos ejemplo e ilusión por seguir cumpliendo nuevas metas.
Ahora ya somos la tercera generación del Asador La Ochava, y en éste legado se encuentra nuestro agradecimiento a fundadores y clientes por nuestro pasado, por nuestro presente y por el futuro, en el que la experiencia va de la mano del origen, y la innovación unida al afán de la creación de mejores momentos para los que nos visitan.
Vale la pena serpentear por sus empinadas calles disfrutando de su arquitectura rural, para contemplar el ábside mudéjar de la iglesia de San Martín Obispo (XII-XVI-XVII), uno de los pocos ejemplos que quedan en nuestra Comunidad, por lo que ha sido declarada Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento por la Comunidad de Madrid, año 2017. Destaca también, por la variedad de estilos que ha recogido a lo largo de su dilatada historia y por la perfecta conservación de sus elementos constructivos. Un atento paseo por el pueblo nos ofrece una lección de arquitectura rural, con casas de mampostería y tapial, encaladas y revocadas, que ahuyentan el calor y protegen del frío.
Uno de sus puntos fuertes es la cantidad de fiestas tradicionales que se celebran aquí a lo largo del año: Los Mayos el 30 de abril, Toros en septiembre, y su arraigada tradición del Belén Viviente en Navidad que llevan celebrando desde hace 20 años. También vale la pena coger la bici o, echarse a andar, por la ruta de los Chozos y conocer las 17 construcciones ligadas al mundo de la trashumancia, y que aún se pueden visitar.
O acercarse hasta el paraje donde se ubica la Ermita de la Virgen de la Oliva, construida en el S.XVIII desde donde se disfruta de una magnífica vista del valle.
Los abuelos Ángela y Julián, una pareja de agricultores de Valdilecha, decidió en 1969 abrir una casa de comidas en el pueblo. Vieron, desde ése momento, el camino que los llevaría a encontrar su pasión y su mayor aventura como emprendedores.
Desde el primer día, las máximas en su trabajo fueron el cuidado del producto y del cliente, y disfrutar con ello, les hizo engancharse del todo al mundo de la hostelería. En 1976 trasladaron el restaurante, ya como asador, a su actual emplazamiento, un lugar que conserva muchos recuerdos de la época, pero que también se reinventa día a día.
El encanto personal de las hermanas Juani y Angelita y sus maridos Celes y Miguel, marcó la segunda generación que con mucho esfuerzo y dedicación nos hizo ganar el plato de oro, en dos ocasiones, la medalla al mérito profesional o el gran collar de la gastronomía española , dándonos ejemplo e ilusión por seguir cumpliendo nuevas metas.
Ahora ya somos la tercera generación del Asador La Ochava, y en éste legado se encuentra nuestro agradecimiento a fundadores y clientes por nuestro pasado, por nuestro presente y por el futuro, en el que la experiencia va de la mano del origen, y la innovación unida al afán de la creación de mejores momentos para los que nos visitan.
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