Es conocido por su conejo al ajillo. Además posee una terraza muy luminosa donde realizan todo tipo de eventos.
Titulcia, es otro bonito “pueblo blanco” erguido sobre un cerro que se abre paso, como un baluarte, entre los cauces de los ríos Jarama y Tajuña. Está rodeado de un vergel de huertos, viñedos y paisaje de dehesa. El casco antiguo tiene mucho encanto, con sus casitas blancas, pero lo mejor es su entorno y las vistas a unos paisajes fuera de lo normal: como su gran muro conocido con el nombre de “Los Cortados”. Titulcia hunde sus raíces históricas hasta tiempos prerromanos y su glorioso pasado puede conocerse en el interesante Centro de Interpretación del Yacimiento de Titulcia. Otra curiosidad arqueológica es la Cueva de la Luna (ubicada en el restaurante con el mismo nombre); un lugar lleno de misterios.
Como curiosidad destacar que la iglesia de Santa María Magdalena (siglo XVI), tuvo en su interior un retablo de principios del XVI pintado al parecer por Jorge Manuel Theotocopuli, hijo de El Greco. Como recuerdo de aquella excepcional obra queda tan sólo un lienzo, el del “Tránsito de la Magdalena”.
Es recomendable subir hasta el mirador del cerro para observar parte de la vega, los cortados del Jarama, la laguna de las Arriadas – resultado de una antigua explotación arenera – y el puente de hierro. Todo esto y mucho más se puede ver desde esa colina, agujereada por cuevas-vivienda, muchas de ellas habitadas en la actualidad.
Y para finalizar tú visita, no te puedes marchar sin probar uno de sus vinos, en su bodega incluida en la Ruta de Enoturismo de Madrid.
Es conocido por su conejo al ajillo. Además posee una terraza muy luminosa donde realizan todo tipo de eventos.