El Museo de la Piedra de Colmenar de Oreja, supone la culminación de un proyecto privado de D. Narciso Figueroa (vecino de Colmenar de Oreja), y su deseo de mostrar el trabajo de la piedra caliza de Colmenar, una piedra blanca de una extraordinaria calidad y belleza. Los colmenaretes la sacaron de las entrañas de la tierra e hicieron posible que se utilizase en los Palacios Reales de Madrid y Aranjuez, innumerables monumentos de Madrid como la Puerta de Alcalá, el Banco de España, el Museo del Prado, la Catedral de la Almudena y el Teatro Real.
Dispone de un espacio expositivo al aire libre, donde anteriormente existió una antigua cantera de la cual se extrajo parte de la piedra utilizada para la construcción de la Iglesia. En él se da a conocer el duro trabajo de cantero como fundamento de la economía y tradición del municipio, principalmente durante el siglo XVIII. Para ello se muestran una gran cantidad de trabajos, herramientas y utensilios de cantería, así como algunos dolmen o bloques. El Museo se complementa con una reproducción a escala de una construcción típica también de Colmenar de Oreja, un “Horno de cocer tinajas” totalmente funcional, así como varias unidades de diferentes modelos de ellas, distribuidas en varias partes del museo. También cuenta con un carro para su transporte, un chozo (refugio tradicional de agricultores y pastores) y una cabaña de cañas (típica de los huertos en la vega de Colmenar de Oreja).
Domingos y Festivos: De 10:00 a 19:00 horas.
Conjunto Histórico declarado Bien de Interés Cultural en 2013.
La plaza Mayor de la Villa de Colmenar de Oreja, declarada Bien de Interés Cultural, es una típica y armoniosa plaza castellana, con soportales sustentados por columnas de piedra caliza de la zona y balconadas de madera. Su construcción, entre los siglos XVIII y XIX, resultó larga y costosa, pues fue un elemento urbanístico nacido con la intención de salvar el barranco que separaba el casco antiguo de la villa de los arrabales, por lo que se encuentra por encima del puente del Zacatín, que supera el desnivel. Esta compleja obra de ingeniería -una prolongada galería de más de 70 metros- tardó más de un siglo en levantarse.
En el pasado, Colmenar de Oreja perteneció a la poderosa Orden de Santiago y su legado puede verse en la imponente estampa de la iglesia de Santa María La Mayor, construida en el siglo XIII con aire de fortaleza y planta de cruz latina, en cuyo interior se encuentra un magnífico órgano con el que se organizan bonitos conciertos a lo largo del año. Pero una visita que no te esperas, es la que puedes realizar al fabuloso Museo de Ulpiano Checa. Célebre artista, nacido en esta Villa, y cuyos cuadros están expuestos en Museos como el Prado o el Thyssen.
Como visita “alternativa” conviene preguntar por los antiguos hornos de tinajas, como el de la calle Casas Quemadas, propiedad de uno de los últimos artesanos del pueblo. Esta tradición de fabricar grandes tinajas, así como, el trabajo de la célebre piedra de Colmenar, se pueden visitar y conocer, de primera mano, en el Museo de la Piedra.
Tomarse un buen vino de D.O. Vinos de Madrid en la bonita plaza castellana de Colmenar de Oreja es un placer que hay disfrutar siempre que se pueda. Colmenar es tierra de vinos y aquí se encuentran un buen número de bodegas que organizan catas dentro del programa Rutas del Vino de Madrid. Muchas de ellas cuentan con bonitos restaurantes instalados entre tinajas en las que envejece el buen vino de esta tierra. En sus cartas encontrarás la típica y excelente cocina castellana, hecha a fuego lento, como se tienen que hacer los buenos alimentos.
El Museo de la Piedra de Colmenar de Oreja, supone la culminación de un proyecto privado de D. Narciso Figueroa (vecino de Colmenar de Oreja), y su deseo de mostrar el trabajo de la piedra caliza de Colmenar, una piedra blanca de una extraordinaria calidad y belleza. Los colmenaretes la sacaron de las entrañas de la tierra e hicieron posible que se utilizase en los Palacios Reales de Madrid y Aranjuez, innumerables monumentos de Madrid como la Puerta de Alcalá, el Banco de España, el Museo del Prado, la Catedral de la Almudena y el Teatro Real.
Dispone de un espacio expositivo al aire libre, donde anteriormente existió una antigua cantera de la cual se extrajo parte de la piedra utilizada para la construcción de la Iglesia. En él se da a conocer el duro trabajo de cantero como fundamento de la economía y tradición del municipio, principalmente durante el siglo XVIII. Para ello se muestran una gran cantidad de trabajos, herramientas y utensilios de cantería, así como algunos dolmen o bloques. El Museo se complementa con una reproducción a escala de una construcción típica también de Colmenar de Oreja, un “Horno de cocer tinajas” totalmente funcional, así como varias unidades de diferentes modelos de ellas, distribuidas en varias partes del museo. También cuenta con un carro para su transporte, un chozo (refugio tradicional de agricultores y pastores) y una cabaña de cañas (típica de los huertos en la vega de Colmenar de Oreja).