Villaconejos
El Real Cortijo de San Isidro. Siglo XVIII
Realmente este complejo pertenece a Aranjuez, pero al estar a tan sólo 12 km de Villaconejos y por tener una vinculación con la historia del municipio, la incluimos en este recorrido. Y es que nadie sabe cómo llegó el célebre cultivo de melones a Villaconejos, pero lo que sí se sabe es que las primeras plantaciones de esta fruta, se realizaron en el siglo XIX en el Real Cortijo de San Isidro, una de las fincas huertanas más antiguas de Aranjuez. Se encuentra a la derecha de la carretera de Villaconejos, nada más pasar el cruce de Colmenar de Oreja, junto a los jardines de la Casa del Labrador. Está formado por varias dependencias creadas por Carlos III en 1766, como modelo de explotación agrícola con el fin de combinar la política agraria de la época con el conocimiento de la naturaleza. De aquellos tiempos ilustrados quedan la iglesia de San Isidro, la Casa de Godoy y las bodegas.
Más información: https://realcortijosanisidro.com/
Valdelaguna
Ruta de las Fuentes por el camino de la Morata
Muestra uno de los recursos más importantes de estos pueblos: los abrevaderos y las fuentes. Se trata de un recorrido en el que los olivares, viñas y otras plantaciones típicas de la zona muestran la riqueza agrícola de estas tierras. Atravesando estos parajes, vamos descubriendo distintas fuentes, que tienen una larga tradición histórico-cultural en el municipio, como la fuente de la Tejera, la fuente María, y la fuente ubicada en el Paraje de Valviejo, lugar idóneo para descansar y reponer fuerzas en su merendero. Entre la fauna caben destacar los conejos, liebres, perdices, palomas y abubillas.
Longitud: 9 km
Dificultad: baja. Circular. Señalizada.
La Prensa de vino
Frente al colegio público se ha instalado una prensa de vino, utilizada antaño para prensar la uva y extraer el mosto. Está ubicada en una zona ajardinada de la calle, junto a unas tinajas, formando un bello conjunto.
Molino de Empiedro
El Ayuntamiento adquirió unas piedras de un antiguo molino para decorar una parte del pueblo muy transitada junto a los antiguos lavaderos y así recordar el sistema antiguo de obtención de aceite.
Villamanrique de Tajo
Finca de Buenamesón del siglo XVII que perteneció a la Orden de Santiago
Este conjunto de palacios, del siglo XVII, perteneció a la Orden de Santiago. A la entrada, en la puerta, tiene dos escudos a los lados. Es uno de los lugares más singulares de la comarca, y está situado al este del pueblo, en un paraje próximo al río Tajo. Aquí nos encontramos con un árbol, el quejigo, ejemplar único en su especie en esta zona que cuenta con unos 300 años de existencia y que está catalogado por la Agencia de Medio Ambiente; también nos encontramos con un enorme pino carrasco de 23 metros de altura y 150 años de edad. El azud de Buenamesón, se levanta junto a los restos del complejo palaciego. La presa refleja la maestría de los ingenieros flamencos y alemanes contratados por Carlos V y Felipe II para mejorar los viejos azudes musulmanes del Tajo. Hoy en día sus ruinas resultan un bucólico rincón junto al río Tajo.
El camino para llegar hasta allí sale del mismo cruce con la ruta que lleva al castillo de Alboer. Se trata de una pista que se puede hacer en coche en 10 minutos, o, en 50 minutos a pie. En nuestro camino nos encontraremos con el curioso paisaje de las salinas de Carcaballana.
Brea de Tajo
Chozo del Quiñonero. Cañada Real Soriana Oriental
En la Cañada Real Soriana encontramos este ejemplo de arquitectura popular, restaurado recientemente. Al final de las largas jornadas de trashumancia las ovejas merinas y sus pastores descansaban a lo largo del camino. Unas veces lo hacían a la intemperie en los descansaderos de las cañadas que servían para este fin. Otras veces lo hacían al resguardo de chozas y corrales de ganado que servían de refugio ocasional. Estas construcciones estaban formadas por unos corrales y en una de sus esquinas se situaba un chozo o cabaña. Los chozos eran construidos en mampostería con piedra caliza del lugar. De planta circular, tenían un diámetro de algo más de dos metros, y una altura interior de unos tres metros. La cubierta con forma de falsa cúpula se realizaba por aproximación de hileras. Una puerta dintelada de una anchura de medio metro y algo más de un metro de altura constituía la entrada a la cabaña. Los corrales, recintos destinados a guardar el ganado, tenían una planta de forma cuadrangular. En muchas ocasiones se encontraban divididos con el fin de separar a las ovejas que tenían corderos.
Tramo: Brea de Tajo – Valdaracete
Longitud: 12 km. Lineal. Señalizada
Dificultad: Media