La Casa de los Soportales es de hace siglos, y a eso nos recuerda. Sus empinadas y estrechas escaleras, sus bajos dinteles, sus techos abuhardillados y su mobiliario antiguo, todo esto junto con su inmejorable situación dentro de los soportales de la plaza Mayor, hacen de esta casa un lugar donde el tiempo parece que no haya transcurrido. Se puede disfrutar en su totalidad o bien en cualquiera de sus tres alojamientos de lujo totalmente independientes y equipados: El Gallinero, El Tendido y El Tabloncillo.
La Casa de los Soportales es de hace siglos, y a eso nos recuerda. Sus empinadas y estrechas escaleras, sus bajos dinteles, sus techos abuhardillados y su mobiliario antiguo, todo esto junto con su inmejorable situación dentro de los soportales de la plaza Mayor, hacen de esta casa un lugar donde el tiempo parece que no haya transcurrido. Se puede disfrutar en su totalidad o bien en cualquiera de sus tres alojamientos de lujo totalmente independientes y equipados: El Gallinero, El Tendido y El Tabloncillo.