Antes de llegar a Olmeda de las Fuentes, nos encontramos con este Centro de Interpretación sobre la Alcarria Madrileña que nos sirve para conocer mejor toda esta zona de Madrid.
La actividad económica tradicional de Olmeda se basaba en la agricultura y la ganadería, y se complementaba con la elaboración de cal y el aprovechamiento de plantas aromáticas, especialmente el espliego.
El término “Alcarria” denota territorio raso, a una altitud entre 700 y 1000 metros, con poca vegetación, sobre basamento calcáreo o yesífero. Ello implica una banda ancha de valores tanto pluviométricos como climáticos, dentro del clima mesomediterráneo, condicionante y productor de una enorme diversidad de vegetación generalmente arbustiva, que va floreciendo de finales de enero con el romero, hasta diciembre con la salvia sclarea, que la hacen capaz de sostener todo tipo de seres vivos.
Desde el punto de vista geológico nuestra Alcarria está constituida por un páramo que se asienta sobre el zócalo de “Almendra del Tajuña”.
La flora que predomina en la Alcarria de Madrid es: la encina, el quejido, la coscona, el olmo, el chopo, el rosal silvestre, el romero, el tomillo…. Y como fauna nos encontraremos con el águila perdiera, el zorro, halcones, buzo real, perdiz, conejo, jabalí, paloma torcaz, el abejaruco y la abeja, tan importante para el mantenimiento de este ecosistema.
Se puede visitar sin horarios
En Olmeda de las Fuentes los vecinos cuidan con mimo cada detalle de sus casas. El resultado es un pueblo de postal. Cada puerta, cada ventana…tiene su adorno, su detalle…flores… un urbanismo cuidado y respetuoso con el medio ambiente. El conjunto no puede ser más bucólico, de ahí que sea conocido como “El Pueblo de los Artistas”. Un bonito pueblo de casas encaladas, suspendido en medio de una ladera configurando un pequeño vergel. Por momentos te creerías en Cádiz, y a ratos, te parece estar en las alpujarras granadinas…pero no, estás a tan solo 50 km de Madrid.
No resulta raro que, desde el siglo pasado artistas eligieran este rincón de la Alcarria madrileña para vivir e instalar sus talleres, por los bellos paisajes que encierra. Los pintores pioneros, Álvaro Delgado y Francisco San José de la Escuela de Vallecas fueron los pioneros de tantos otros: Alberto Moreno, Vela Zanetti, Pilar Aranda, Eugenio Granell, José Frau, Joaquín Balseiro y Enrique Azcoaga, algunos de ellos, miembros de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Sus casas configuran la Ruta de los Pintores, por el casco urbano. Destaca la Iglesia de San Pedro y la Exposición de arte permanente en la Casa de la Cultura, sala EMO, donde hay obras de todos ellos y de otros que han expuesto en Olmeda. Uno de los artistas afincados en el pueblo definió el paisaje de Olmeda de la mejor manera posible: “Tiene el verdor de los municipios del norte y la blancura de los andaluces”.
Otra interesante ruta, por el casco urbano, trata sobre el personaje más célebre de Olmeda: Pedro Páez, descubridor de las fuentes del Nilo Azul en 1618 y con un Auditorio en el municipio para eventos musicales y culturales.
En Olmeda, puedes disfrutar de sus animadas fiestas a lo largo de todo año. Sobre todo, te recomendamos venir en sus fiestas patronales y en Navidad, con un encanto especial que de noche se acentúa en este municipio.
Su naturaleza tiene su máximo exponente en la encina más antigua de España, se data entre 500 y 700 años, “La Pica”, que está catalogada como árbol protegido y que se puede visitar a pie en una ruta de senderismo de las varias que tiene La Olmeda. Las ruinas de Valmores son otro encanto con una leyenda que narra su despoblamiento, también visitable en otra de las diversas rutas de senderismo.
Antes de llegar a Olmeda de las Fuentes, nos encontramos con este Centro de Interpretación sobre la Alcarria Madrileña que nos sirve para conocer mejor toda esta zona de Madrid.
La actividad económica tradicional de Olmeda se basaba en la agricultura y la ganadería, y se complementaba con la elaboración de cal y el aprovechamiento de plantas aromáticas, especialmente el espliego.
El término “Alcarria” denota territorio raso, a una altitud entre 700 y 1000 metros, con poca vegetación, sobre basamento calcáreo o yesífero. Ello implica una banda ancha de valores tanto pluviométricos como climáticos, dentro del clima mesomediterráneo, condicionante y productor de una enorme diversidad de vegetación generalmente arbustiva, que va floreciendo de finales de enero con el romero, hasta diciembre con la salvia sclarea, que la hacen capaz de sostener todo tipo de seres vivos.
Desde el punto de vista geológico nuestra Alcarria está constituida por un páramo que se asienta sobre el zócalo de “Almendra del Tajuña”.
La flora que predomina en la Alcarria de Madrid es: la encina, el quejido, la coscona, el olmo, el chopo, el rosal silvestre, el romero, el tomillo…. Y como fauna nos encontraremos con el águila perdiera, el zorro, halcones, buzo real, perdiz, conejo, jabalí, paloma torcaz, el abejaruco y la abeja, tan importante para el mantenimiento de este ecosistema.