El Museo Etnográfico de Villarejo se halla en la histórica Casa de la Tercia vinculada a la Orden de Santiago. La casa representa uno de los ejemplos más logrados y mejor conservados de arquitectura civil castellana. Presidiendo la puerta principal, vemos el escudo real de los Austrias y, más abajo, se disponen dos escudos de armas de los Zúñiga-Avellaneda, lo que ha llevado a pensar que el edificio fue construido durante el periodo en que fue Comendador, Juan de Zúñiga y Avellaneda, entre los años 1534 y 1545.
La Casa de la Tercia fue propiedad y centro administrativo de la Encomienda Mayor de Castilla. En ella se almacenaban y procesaban la tercera parte de los tributos recibidos, destinados al propio comendador, hecho del que deriva su nombre «Tercia».
Su historia es larga y memorable. Entre sus muros, el 3 de enero de 1866 el general Prim organizó su fallida sublevación contra el gobierno de O´Donnell. Fue quirófano y hospital de sangre durante la Guerra Civil y aún hoy se pueden ver los números de las camas que se conservan en sus paredes. Su bodega, el lagar y el granero, perfectamente conservados, albergan un interesante Museo Etnográfico y una sala de exposiciones temporales.
El visitante percibirá de inmediato que no existe mejor lugar para mostrar la evolución del sector agroalimentario que un edificio con tan dilatada e ilustre historia en el que dichas actividades jugaron un papel esencial y en el que, además, las infraestructuras de procesos productivos tan vinculados a la tradición, se conservan en inmejorable estado.
La colección que compone el museo queda vinculada a los productos y producción del sector primario en Villarejo de Salvanés y su comarca desde el siglo XV a finales del XIX. Horquillos, rastros, zoquetas, vara de gavilanes, collazos, bielda, albarca, celemín…muchos de los objetos que componen la colección han sido donados o cedidos por los propios vecinos del municipio para que permanezcan en el tiempo como piezas de colección y testimonio de cómo era la vida en el campo, la base económica de Villarejo de Salvanés durante siglos.
Sábados (todo el año): 13:00 – 14:30 h y 18:00 – 19:00 h.
Domingos (todo el año): 13:00 – 14:30 h.
Declarado Conjunto Histórico desde 1974.
Subiendo a lo alto de la Torre del Homenaje se entiende el valor y las raíces históricas de Villarejo de Salvanés, y por qué fue elegida por la Orden de Santiago como sede de la Encomienda Mayor de Castilla en el siglo XV. Desde allí arriba se divisa gran parte del territorio de Castilla. El único paso para amigos, enemigos y mercancías era Villarejo de Salvanés. Por aquí pasaba el Camino Real de Valencia (transformado en la actual A-3), cuyo origen se remonta a la vía spartaria romana. Este era el único paso entre la Meseta Central y el sureste de la Península Ibérica. Divisar los campos de la vega madrileña en un atardecer de verano desde las alturas de la Torre del Homenaje supone un espectáculo único en la Comunidad de Madrid.
Pero las guerras, el hambre y olvido hicieron peligrar su glorioso pasado hasta que en 1974 fue declarado Conjunto Histórico, por el valor de su patrimonio monumental. Los muros de la Fortaleza de la Orden Militar de Santiago, la Casa de la Tercia, la Iglesia Parroquial de San Andrés y el Santuario de Ntra. Sra. de la Victoria de Lepanto llevan la impronta de las venturas y desventuras de la historia de España, pasando por la Reconquista, la Guerra de la Independencia, la Guerra Civil, y hasta de la mismísima batalla de Lepanto, cuya victoria tuvo profundas repercusiones en la localidad, a pesar de estar tan lejos del mar.
Para los culturetas hay una oferta de museos donde conocer la historia de Villarejo: El Museo de los Tercios Españoles en el interior de la Torre del Homenaje, y el Museo Etnográfico en la Casa de la Tercia, donde además se puede conocer de primera mano gracias a los talleres y actividades que allí se ofrecen, la artesanía del esparto. Y una curiosidad que nadie se espera: un completo e interesante Museo del Cine, el primero profesional de España, que cuenta con una de las colecciones más importantes de Europa y que -sin duda- vale la pena visitar.
Durante todo el año hay una extensa agenda de actividades culturales, destacando la representación de la Pasión Viviente en Semana Santa declarada de Interés Turístico Regional, y las Fiestas Patronales en Honor a Nuestra Señora de la Victoria, donde se conmemora la victoria de la Batalla de Lepanto (octubre), hecho histórico vinculado a Villarejo de Salvanés gracias a D. Luis de Requens comendador de Castilla lugarteniente en la batalla que tenía su residencia en Villarejo de Salvanés.
Además de esta amplia oferta cultural, Villarejo de Salvanés ofrece una magnífica oferta óleo y enoturística.
El Museo Etnográfico de Villarejo se halla en la histórica Casa de la Tercia vinculada a la Orden de Santiago. La casa representa uno de los ejemplos más logrados y mejor conservados de arquitectura civil castellana. Presidiendo la puerta principal, vemos el escudo real de los Austrias y, más abajo, se disponen dos escudos de armas de los Zúñiga-Avellaneda, lo que ha llevado a pensar que el edificio fue construido durante el periodo en que fue Comendador, Juan de Zúñiga y Avellaneda, entre los años 1534 y 1545.
La Casa de la Tercia fue propiedad y centro administrativo de la Encomienda Mayor de Castilla. En ella se almacenaban y procesaban la tercera parte de los tributos recibidos, destinados al propio comendador, hecho del que deriva su nombre «Tercia».
Su historia es larga y memorable. Entre sus muros, el 3 de enero de 1866 el general Prim organizó su fallida sublevación contra el gobierno de O´Donnell. Fue quirófano y hospital de sangre durante la Guerra Civil y aún hoy se pueden ver los números de las camas que se conservan en sus paredes. Su bodega, el lagar y el granero, perfectamente conservados, albergan un interesante Museo Etnográfico y una sala de exposiciones temporales.
El visitante percibirá de inmediato que no existe mejor lugar para mostrar la evolución del sector agroalimentario que un edificio con tan dilatada e ilustre historia en el que dichas actividades jugaron un papel esencial y en el que, además, las infraestructuras de procesos productivos tan vinculados a la tradición, se conservan en inmejorable estado.
La colección que compone el museo queda vinculada a los productos y producción del sector primario en Villarejo de Salvanés y su comarca desde el siglo XV a finales del XIX. Horquillos, rastros, zoquetas, vara de gavilanes, collazos, bielda, albarca, celemín…muchos de los objetos que componen la colección han sido donados o cedidos por los propios vecinos del municipio para que permanezcan en el tiempo como piezas de colección y testimonio de cómo era la vida en el campo, la base económica de Villarejo de Salvanés durante siglos.