Bodegas Cinco Leguas es la evolución de La Maldición. Marc Isart, ligado a proyectos míticos como Comando G o Bernabeleva, inicia este proyecto personal con el sueño de producir vinos de sed, vinos para dar placer y calmar la sed, a partir de viñedos a menos de 5 Leguas de la Villa, destinados por decreto real durante siglos a los habitantes de Madrid.
A partir de viejas viñas olvidadas de Tinto Fino o Malvar, a apenas 5 leguas de la capital, en un paisaje austero, de esparto, encinas y tomillos, de veranos secos y calurosos, inviernos fríos y extremos, de sufrimiento, de sed y frío. De estas viñas nacen vinos deliciosos destinados para los villanos pero dignos de la más alta nobleza.
El proyecto se ubica en Chinchón, pueblo emblemático, bonito y castizo. En una antigua fábrica de trajes. Por el camino fue bodega de espumosos y fábrica de anís. Los viñedos están en los términos municipales de Belmonte de Tajo, Colmenar de Oreja y Chinchón.
Actualmente no ofrece visitas turísticas y su principal actividad es venta al mayorista, por ello no tienen un horario fijo, por lo que si se desea comprar su vino se les debe llamar para concertar una cita.
Declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1974.
Decir Chinchón es decir Castilla, y su plaza Mayor plasma en todas sus formas y colores el espíritu castellano, sobrio y sin lujos, pero hermoso en su sencillez y austeridad. Así es la plaza Mayor de Chinchón, auténtica y hermosa, como Castilla.
Chinchón tiene una vinculación especial con Francisco de Goya, el genial artista. Bajo el mecenazgo de don Luis de Borbón, infante y conde Chinchón, Camilo de Goya fue nombrado capellán de los condes. Desde entonces, su hermano Francisco visitaría asiduamente la villa, pasando en ella largas temporadas. Fruto de la relación del pintor con Chinchón y sus gentes es la Asunción de la Virgen, obra maestra de 1812 que puede admirarse en la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción.
No tan célebre como su plaza, pero también muy interesante es el castillo de los Condes (siglo XV), a la entrada de Chinchón. De su antiguo esplendor sólo conserva el foso, el puente levadizo, el patio de armas y el escudo de la portada. Su actual estado no permite las visitas, pero vale la pena acercarse hasta él, por el agradable paseo de 10 minutos que sale desde la plaza Mayor, para contemplar las vistas sobre mares de olivos.
Chinchón es un destino gastronómico por excelencia. A la belleza de su plaza hay que sumarle la amplia y magnífica oferta de restaurantes especializados en comida típicamente castellana.
Una célebre celebración es la Pasión Viviente. Más de 200 vecinos participan cada año en la representación de la pasión y muerte de Cristo, un grandioso viacrucis viviente que, por un día, convierte a Chinchón en Jerusalén. Se celebra el Sábado Santo al anochecer y fue declarada de Interés Turístico Nacional en 1980.
Cuenta también, con dos buenas bodegas con oferta enoturística, y un bonito entorno de lagunas por las que realizar agradables y sencillos paseos. Al ser una población de fuertes raíces agrarias, tiene un interesante Museo Etnológico, que vale la pena visitar, y una amplia oferta de Turismo Activo, para los públicos de todas las edades.
Cantinflas, Rita Hayworth, Gary Grant, Orson Welles… estuvieron rodando aquí. Si el Hollywood dorado se fijó en Chinchón como escenario de películas, es porque tiene un encanto único y universal.
Bodegas Cinco Leguas es la evolución de La Maldición. Marc Isart, ligado a proyectos míticos como Comando G o Bernabeleva, inicia este proyecto personal con el sueño de producir vinos de sed, vinos para dar placer y calmar la sed, a partir de viñedos a menos de 5 Leguas de la Villa, destinados por decreto real durante siglos a los habitantes de Madrid.
A partir de viejas viñas olvidadas de Tinto Fino o Malvar, a apenas 5 leguas de la capital, en un paisaje austero, de esparto, encinas y tomillos, de veranos secos y calurosos, inviernos fríos y extremos, de sufrimiento, de sed y frío. De estas viñas nacen vinos deliciosos destinados para los villanos pero dignos de la más alta nobleza.
El proyecto se ubica en Chinchón, pueblo emblemático, bonito y castizo. En una antigua fábrica de trajes. Por el camino fue bodega de espumosos y fábrica de anís. Los viñedos están en los términos municipales de Belmonte de Tajo, Colmenar de Oreja y Chinchón.
Actualmente no ofrece visitas turísticas y su principal actividad es venta al mayorista, por ello no tienen un horario fijo, por lo que si se desea comprar su vino se les debe llamar para concertar una cita.