Entre monte, páramos y vega, esta ruta transcurre en el entorno del arroyo del Horcajo.
Al inicio y final del recorrido hay varias fuentes. A la mitad de la senda podemos observar un chozo de piedra muy bien conservado. Estos chozos eran construidos por agricultores y ganaderos para cobijo y reposo. En ella se combinan cuatro unidades ecológicas, el quejigal, encinar-coscojal, la ribera y los páramos. La ruta alberga una gran variedad de lepidópteros, avutardas, siendo un lugar idílico para entomólogos y ornitólogos. En su recorrido nos podemos encontrar numerosas fuentes, como la Fuente del Horcajuelo o la Fuente de la Tejera.