Es un recorrido en el que destaca una vegetación frondosa y variada, formada por encinas, quejigos, olivos y pinos. Igualmente caben señalar el gran número de manantiales y fuentes que discurren por ésta, lo que posibilitará a los visitantes paliar su sed durante el camino. En mitad de la senda podremos encontrarnos con avutardas, perdices rojas, jilgueros, palomas torcaces, liebres, conejos, comadrejas.
Dificultad: baja
Distancia: 7 km. Lineal. Señalizada
Duración: 2 horas a pie
Cicloturismo para aficionados
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