Los meandros del Tajo llegan apacibles a la Comarca de Las Vegas desde las alcarrias
bajas de Guadalajara y recorren la campiña agrícola como un “río domado”. Cada gota
de agua está destinada a una parcela, una huerta, una fuente o un jardín. El gran Tajo
se convierte en un río cordial y doméstico que ha enamorado a varias generaciones de
nobles, viajeros y artistas.
Estremera. Playa de Los Villares
Playa con calificación de ‘excelente’, esta vez formada por el Tajo, siendo este el único punto en el que los madrileños pueden bañarse en este río. Más desconocida y menos concurrida que las demás, tiene también permitido el acceso a mascotas, pero es imprescindible llevarlas atadas. Tiene dos zonas de baños: Los Villares y la de Los Chorros, aunque esta segunda no está reconocida por las autoridades madrileñas.
Se accede a esta zona por un camino de tierra accesible tanto, a pie como en bicicleta, y sin grandes desniveles. En las inmediaciones hay mesas dispuestas en un amplio merendero, columpios para los niños, camas elásticas y una interesante propuesta de actividades: tiro con arco, waterball, tirolina, paintball, rutas a caballo en las inmediaciones, tirolina y, en cuanto a actividades acuáticas, barcos sin motor, esnorkel, hidrospeed, kayac, etc. También cuenta con un quiosco, alquiler de sombrillas, una ducha y otros servicios básicos.
Belmonte de Tajo. Pinar de la Encomienda
A la salida de Belmonte, camino de Villamanrique, se pasa por el pinar de la Encomienda Mayor de Castilla, único bosque natural de pino carrasco que se conserva en la región y el último del interior de la península, ya que el resto de las grandes masas forestales de esta especie que crecen en la Comunidad de Madrid, se han llevado a cabo mediante repoblaciones. Se puede recorrer el interior del pinar mixto (pinos, encinas, cornicabras, coscojas, aladiernos, espartos) por una pista que arranca a la derecha a la altura del km 2 de la M-319, dirección Villamanrique.
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